https://youtu.be/maM5QI3REw8

lunes, 28 de febrero de 2011

De ciego va la cosa..

Alguien me dijo una vez; "no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver". Yo voy a decir lo contrario; y es- "Es mas ciego aquel que ve; aquello que no existe". Hay en Pineda de Mar (Barcelona donde vivo); quienes quieren hacernos ver cosas, inecistentes cosas que solo ellos las ven; pero que solo existen en su imaginación, tratan de vender una imagen que solo conoce aquel que vive en Pineda, de tal forma que siendo esta una visión muy reducida al exterior, donde al que aquí no vive, se le podría inducir al engaño. Ahora, con las nuevas elecciones Municipales, vendrán las ofertas de siempre, donde algunos nos ofrecerán un puente, aunque en Pineda no haya ningún rió, otros también nos dirán que harán que Pineda sea una gran ciudad, donde la prioridad sera el trabajo, el civismo, y la convivencia, en buena armonía, entre sus ciudadanos, que podrán y harán de Pineda como espejo del Maresme; todos querrán lo mejor para Pineda; y siempre con la mejor intención, pero; ¿y luego?.. Y volviendo al "ciego"; yo que (paseo y veo), por Pineda casi a diario, si que puedo hablar con objetividad, y como yo; "cuando salgo el miedo me lo dejo en casa" no tengo ningún inconveniente en llamar Juan a Juan y Pedro a Pedro; y creo (particularmente), que Pineda esta escasa en participación ciudadana,(cosa que interesa mucho al gobernante); ya se sabe que de la ignorancia de muchos viven muy bien unos pocos... En Pineda de Mar (Barcelona) a 28 de febrero de 2011, día de Andalucia, articulo publicado por Antonio Pedrosa el cual tiene todos los derechos,


P.D. Cuando se sale de casa hay que dejar el miedo en ella...

1 comentario:

  1. Cuando llega la época de las elecciones todos se esmeran en prometer cosas. Y despues, una vez conseguido un puesto político, si te he visto, no me acuerdo.
    La primera vez te la pueden pegar. Pero si el que promete que va a hacer, no es nuevo y ya prometió en otras elecci ones anteriores y no hizo nada, yo a ese no le votaría, ya que volvería a incumplir la promesa dada
    Saludos cordiales

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Pedrosa