https://youtu.be/maM5QI3REw8

jueves, 7 de junio de 2012

Crazy world..

Me resulta increible que en pleno siglo XXI, despues de las malas experiencias de nuestra historia y apesar de los avances sociales y tecnológicos conseguidos, los Estados democráticos actuales se soporten en la mentira y el engaño de sus dirigentes.Y me resulta más increíble;y sorprendente todavía, que unos ciudadanos, que eligen y mantienen a esos dirigentes; que en su mayoría están bien formados; e informados lo admitan con normalidad y resignación. Sabemos que los políticos nos mienten con sus promesas. Sabemos que tanto sus campañas electorales, como sus apariciones públicas; o sus discursos, son una obra de teatro preparada al detalle por un sinfín de colaboradores; a los que solo interesa conseguir nuestro voto. Sabemos que una vez que consiguen el poder ignoran nuestra opinión y nuestras necesidades hasta las próximas elecciones. Sabemos que gobiernan pensando más en intereses personales y de partido que en los de la gente a la que representan. Sabemos que traicionan nuestra confianza y nuestros derechos para favorecer a sus círculos de poder.Nos exigen sacrificios que ellos evitan. Nos mienten con sus cuentas. Nos engañan en sus estadísticas. Nos pueden justificar lo injustificable con su oratoria manipulada, y hasta son capaces de convencernos de que sus irresponsabilidades y corrupciones las tenemos que pagar nosotros. ¿Como es posible que sabiendo todo esto, los ciudadanos les sigamos escuchando, les sigamos teniendo consideración e incluso respeto, y como es posible que no los rechazamos a todos en las urnas para demostrarles que queremos cambios en el sistema, otra forma de gestión y unos dirigentes que trabajen para nosotros, no al contrario? Mientras nos ha ido bien hemos cerrado los ojos a las mentiras del poder, ahora descubrimos lo que han hecho con ellas : Crear un mundo regido por un entramado financiero sin escrúpulos para que unos pocos vivan muy bien a costa del sacrificio de muchos, justamente lo contrario de lo que la mayoría deseábamos. En este mundo injusto que nos han moldeado nuestros representantes políticos con sus mentiras interesadas ; el dinero y la fama, con independencia de quien y como lo hayan conseguido; son los valores más admirados. Escasa importancia tienen ya en una sociedad carcomida por la hipocresía y el interés propio, valores tan tradicionales como decir la verdad, ser honrado, ser justo, ser generoso, ser respetuoso, ser solidario, o sacrificarse por los demás.  Una sociedad que se puede dirigir y gestionar con total impunidad; desde la mentira, la manipulación; y el engaño, sin que los ciudadanos tengan los mecanismos adecuados para exigir las correcciones y responsabilidades necesarias, no se puede considerar realmente democrática ni mucho menos justa.O presionamos social mente para evolucionar el sistema hacia un control de los que nos representan que limite sus excesos y libertades, o todo seguirá dependiendo de la voluntad y calidad de nuestros políticos, lo que en el caso de España nos asegura consecuencias como las que ahora mismo estamos sufriendo.  P.C.A. O despertamos, o nos dormiremos para siempre...


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