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domingo, 14 de julio de 2013

Creer o no creer, that is the question...

Ya hace muchos años que deje de creer, en todo lo relacionado con la Iglesia, ya ni incluso como tradición me convence; pero hoy he asistido a una representación "mariana", porque se lo prometí a un amigo que es todo lo contrario a mis convenciones, Él es muy creyente.

Yo tengo mi propia opinión, de lo que esto significa, (ser creyente y ser político).

Ya estoy acostumbrado al uso del poder político; de cualquier arma con el fin de llegar a su objetivo, a pesar de la bajeza de los medios de los cuales se apropian y el uso del individuo, que por distintos motivos,(mayormente políticos); es socio en la cruzada.

Yo siempre le he llamado por su nombre: Y es la hipocresía, una actitud en la cual nuestros gobernantes basan la acumulación de poder. El hipócrita actúa sin ninguna clase de creencia y se transforma en un militante o feligrés según la orden de quien le opera en la acción a realizar.


Son los que a cambio de favores, o por el solo hecho de simpatizar con su patrón; responden al llamado de estos con premura y eficientemente, se muestran en actos o reuniones; como defensores de posiciones sin ningún respaldo ideológico de credo o religión alguna.

No es difícil ver como por algunos medios, se atacan a instituciones, de las cuales se quieren adueñarse, con el solo hecho de ser usada para su propio fin, que normalmente es la preservación del poder; o el acrecentamiento del mismo, que se correlaciona con la avaricia en lo económico.

Estamos viéndolo, diariamente en los medios; y en la vida cotidiana de las pequeñas comunidades.

La justicia terrenal,(La del hombre); será fácil de esquivar;(Con dinero). y quizás logren por estos actos de hipocresía retardar sus fallos.

Lo grave es cuando tratan, con estas actitudes apropiarse de ideología y credos, creyendo que con esto y una mayoría; y por conveniencia asistencia lista, les da la razón.

Apropiarse de las instituciones, para usarlas para beneficio propio; y destruirlas, es hoy la política de estado que se está llevando. El descrédito de estas es una de las formas y debemos estar atento para ir en defensa de las mismas.

Ya tuvimos al falso profeta y aún hoy lo estamos pagando, no permitamos que falsas profetisas con el uso de la hipocresía, nos conviertan en un pueblo nómada en ideología o credo. Esto pasa cuando indignamente se mezclan la religión y la política.

P.C.A. Este articulo va dedicado a mis dos mejores "soporters". Manoli Miralles Seguiy ..Juany Hidalgo Meniz..

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